En esta entrada te vamos a contar por qué los síntomas del cuerpo físico no son más que manifestaciones de que llegó el momento de soltar algo que no nos está dejando avanzar.
El momento de elevar nuestra frecuencia a otro nivel.
Como ya te contamos en el post: cómo tratamos al dolor, el cual te invitamos a leer si todavía no lo hiciste, las manifestaciones de nuestro cuerpo siempre nos dicen algo más de lo aparente. Y si no encontramos el origen real, difícilmente las vamos a poder liberar.
Y el origen está en la información que esas células tienen. No sólo las del cerebro, las neuronas, sino las células de todo el cuerpo.
En ellas está la impronta de los que vivimos en esta vida. Lo que vivieron nuestros ancestros, que nos transmitieron por el ADN. Incluso lo que nuestra conciencia álmica les transmitió para ser sanado en esta vida.
Todos esos recuerdos están allí acumulados, y movilizan a las células cuando es necesario que hagamos consciente algo porque es el momento de liberarlo.
La manifestación de nuestras células
Y si bien, varios científicos están estudiando este tema, entre ellos Bruce Lipton, esto lo fuimos comprendiendo al conocer las maravillosas revelaciones que se fueron dando en nosotros mismos.
Y en las personas que se acercan a Misión Ser para conocer su verdad divina y alcanzar su mejor versión.
En una ocasión una señora que atendíamos nos comentó que estaba con mucho frío. Un frío intenso. Lo cual le preocupaba porque era un día templado y agradable.
Entonces cuando conectó con la verdad divina para ella, se dio cuenta de que ese día era el aniversario del cambio de plano de su mamá. Y que la mamá un rato antes de irse de este mundo físico, le comentó que tenía muchísimo frío, que estaba congelada.
Ahora, unos años después sus células se activaron para que ese recuerdo estuviera presente. Y ella pudiera soltar la lealtad al sufrimiento. Esto es, la necesidad de sentir lo mismo que su mamá por el dolor que ese sufrimiento le provocaba.
Cuando tomó conciencia de esto, y liberó esa necesidad, el frío se le pasó casi de inmediato. Pareció mágico. Pero es así como funciona, mucho más simple de lo que parece.
Y hay más aún
En otra ocasión atendimos a una mujer a quién le habían bajado las defensas de su cuerpo, ella se sentía muy saludable, pero en un chequeo de rutina médico le encontraron que sus glóbulos y plaquetas estaban bajos.
Entonces cuando empezó a conectar con la verdad de su Ser, recordó que unos días antes de que le hicieran el chequeo había tenido una discusión fuerte con una persona de su familia. Y que ante esta discusión ella se había sentido indefensa, porque no estaba su marido, con quien había estado más de 50 años, para protegerla, ya que él se había ido de este plano hacía unos meses. Ella se sentía indefensa de manera tan profunda, que su cuerpo la escuchó y actuó como si lo estuviera.
A partir de esta comprensión la mujer comenzó con un camino de autodescubrimiento, que le permitió conectar con su propio potencial, con sus fortalezas y hoy se siente plena y segura.
Las personas que se acercan a Misión Ser en la mayoría de los casos sorprenden con los resultados, pero es así. La gracia divina nos dio todo para que retomemos nuestro propio poder y entendamos que nuestra existencia se trata de energía, luz e información en continuo movimiento, y que tenemos la posibilidad de decidir cómo queremos brillar y qué información deseamos conservar.
Si todavía no formas parte de la comunidad de Misión Ser, te invitamos a hacerlo, vas a descubrir que la vida es mucho más fácil de lo que parece, si avanzás en función de tu propio camino divino.
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