En la realidad que estamos viviendo, de cambios constantes en distintos niveles, de creciente confusión y desconcierto, donde lo establecido parecería ya no funcionar, donde los parámetros conocidos dejan de tener lógica, muchas veces sentimos que incluso hasta la Fe no alcanza, que no es suficiente…Pero ¿Por qué?
¿Se detuvieron un momento a pensar en esto?
La verdad es que es una pregunta muy interesante, y la respuesta está en que debemos ir más allá, en que es necesario que nos conectemos con nuestras certezas.
Tener certeza es mucho más que creer, más que tener sólo Fe, tener certeza es sentir internamente que eso es lo correcto, que por ahí debemos seguir, que ese es EL CAMINO.
Y esta posibilidad está cada vez más cerca nuestro, porque Dios y su Universo se están manifestando en ese sentido, y no lo hacen para unos pocos elegidos o en forma ocasional, lo hacen para todos. Las grandiosas maravillas de Dios Amor que todo lo crea y todo lo transforma están disponible para nosotros en cada momento, en cada segundo, porque fuimos hechos a su imagen y semejanza. Sanaciones «imposibles», casualidades o causalidades, conexiones mentales, percepciones precisas, premoniciones que se cumplen, sincronicidades… son cada vez más frecuentes y comunes.
El tema es animarse y dejarse llevar, bajar la mente, escucharnos y escucharlo…, su mensaje va llegar bien clarito directo a nuestro Ser.
Para esto, como siempre digo, ya no es necesario ponerse ropa especial, ni hacer largas meditaciones, ni estar en un ambiente específico, aunque eso podemos hacerlo si nos da felicidad.
Para ello hay un requisito importante y es NO DUDAR NI UN SEGUNDO, si dudamos aunque sea por un momento corremos el riesgo de que nuestra mente rompa la conexión y ahí la maravilla de la manifestación pueda desdibujarse y hacernos perder el rumbo.
Y esto es mucho más común de lo que uno piensa, a quién no le ha pasado de experimentar la grandeza divina, de sentirse totalmente plenos y sanados al realizar por ejemplo alguna actividad espiritual: una sesión de reiki, de magni, de yoga, de balancing, o al participar de una ceremonia religiosa, o de una meditación; pero luego a los días creer que esa «magia» se derrumba o desaparece… ¿Por qué? Simplemente porque le cedemos el espacio a nuestra mente, a la vacilación…
Recordemos el ejemplo que nos da uno de los mayores libros sagrados «La Biblia»:
…En aquel tiempo, después de que se hubo saciado la muchedumbre, Jesús obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Después de eso, subió al monte a solas para orar; La barca se hallaba ya distante de la tierra, movida por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino Él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron mientras decían: «Es un fantasma», y por miedo se pusieron a gritar. Jesús les dijo enseguida: «¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!»Pedro le contestó: «Señor, si eres tú permiteme ir hacia ti andando sobre el agua». Jesús le dijo: «Ven». Pedro bajó de la barca y se echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame». Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:» ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»
Pedro casi pierde la vida por vacilar, necesitaba más que Fe, necesitaba no dudar ni un segundo…
Por eso si sentís que algo internamente te está marcando un camino, ya sea seguir por el mismo rumbo o tomar uno nuevo, y si esa posibilidad te conecta con el amor, la paz y la felicidad, es Dios y su universo que se están manifestando para orientar tu andar, para recordarle a tu Ser interior por dónde ir; si es así pon tu mente en blanco y sigue tus certezas, pero en especial, no dudes ni un segundo, y todo, se va a manifestar.
Pasaje Del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-36: